miércoles, 1 de abril de 2015

Fetichismo

¿Alguna vez habéis oído hablar de diversos fetiches?
Normalmente como se detalla en el artículo del que he extraído la información acerca de los fetiches, cuando hablamos en estos términos normalmente nos referimos al término de fetiche sexual, acuñado por Alfred Binet.
El fetiche sexual queda definido como "excitación sexual que una persona recibe de un objeto físico, o de una situación específica" en el artículo. Asimismo, queda detallar que al objeto que excita es a lo que normalmente denominamos fetiche y a la persona en cuestión excitada por el objeto se le conoce como fetichista.
El fetichismo si llega a ser extremo se considera como una patología, más concretamente cuando afecta al desarrollo en el entorno social de la persona o a las personas que la rodean. Llegados a este punto os estaréis preguntando qué narices tiene que ver el rollo que os estoy soltando con la psicología criminal. La relación se encuentra en que muchos de los crímenes sexuales que se cometen son debidos a diversos fetiches, que no tiene por qué ser un objeto sino ya simplemente como en el caso que os comenté de Jack el Destripador, por las vísceras por ejemplo.
En el CIE-10 se define el fetichismo de la siguiente forma (ya hablando de patología, insisto) "el fetichismo es el uso de objetos inanimados como un estímulo para lograr la excitación y satisfacción sexual, en la mayoría de los casos se requiera tal objeto de gratificación sexual.".

¿Cómo se diagnostica?
Los criterios de diagnóstico están en
  • Fantasías sexuales inusuales, unidades o conductas ocurren en un lapso de tiempo de por lo menos seis meses. A veces fantasías sexuales inusuales ocurren y desaparecen por sí mismos, en este caso cualquier tratamiento médico no es necesario.
  • La persona afectada, objeto o experiencia de otra persona deterioro o malestar en múltiples áreas funcionales. Área funcional se refiere a diferentes aspectos de la vida como los contactos sociales privados, trabajo, etc, es suficiente para el diagnóstico, si uno de los participantes está siendo lastimado o maltratado de ninguna otra manera.
Tal y como define el CIE-10, repito. Eso sí, hay que tener en cuenta que estos son los princiàles criterios de diagnóstico aunque un profesional se tiene que fijar en otras diversas cosas que quedan detalladas en el artículo posteado en el final de la entrada.

¿Tiene tratamiento?
Sí, de hecho existen diversos tratamientos entre los cuales se destacan la terapia cognitivo-conductual, el condicionamiento aversivo al fetiche en cuestión y, por último medicamentos que van dirigidos a una reducción en la producción de hormonas sexuales.

Enlace al artículo original: http://docsetools.com/articulos-informativos/article_61181.html

1 comentario:

  1. Este, Paula, me parece un tema que puede ser amplísimo. Es curioso e increíble como un cierto objeto, sobre todo inanimado, es capaz de elicitar emociones y procesos fisiológicos en una persona sólo con una percepción del mismo por parte de ésta. ¿Habrá nociones de condicionamiento detrás de ello?
    Personalmente, yo he visto clara la relación entre este tema y el del crimen desde el principio de la entrada: la acción delictiva o sus resultados bien pueden constituir un objeto de estimulación sexual para algunos criminales, como bien pudieran serlo otras entidades diferentes.
    Gracias por la entrada.

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