ANÁLISIS FORENSE DE LA SANGRE II: Pruebas de presunción.

Este post va relacionado con el que publiqué anterior a este (ver).

Trataremos en esta nueva entrada, de remarcar la importancia de conocer si la sangre de una mancha pertenece o no a un ser humano o de cualquier otro animal.

Pues si bien con la entrada anterior tratábamos de reconstruir la forma de la salida de la sangre del cuerpo de la víctima, ahora nos toca comprobar de qué ser vivo se trata. Y mientras que en la primera parte nos limitábamos a la exploración y observación externa de las manchas de sangre, lo que será necesario para esta segunda investigación es tomar la muestra física (el manejo de la sangre) y analizarlo de forma interna en laboratorios y clínicas especializadas.

Gracias a que se conocen las proteínas presentes en los seres humanos y que nos diferencian de otros animales, somos capaces de realizar esta tarea; pues no son las mismas proteínas las que genera un ser humano a las que genera una vaca, un caballo, etc. Esto se debe a que el ADN es diferente en las especies de seres vivos, y en cada una codifica unas proteínas diferentes.

Esta entrada, al igual que la anterior la he seleccionado del mismo blog de criminalística, que como ya dije, abarca muchos aspectos en relación a estos temas.

Pruebas de presunción

Siempre que la presencia de sangre se confirma en la escena de un crimen, el médico forense (ME) debe determinar si la sangre es en realidad de un ser humano y no de un lobo o un oso. Después de que hace que la determinación, que puede realizar pruebas posteriores para determinar la persona a la que pertenece la sangre.

Las pruebas utilizadas para determinar las especies a las que la sangre pertenece, se llaman reacciones antígeno-anticuerpo. Estas son las mismas pruebas utilizadas para determinar el tipo de sangre en un individuo. La principal diferencia es que un antisuero debe ser creado para que reaccione con los antígenos, que son únicos en los seres humanos. Antisuero, se refiere a una sustancia que tiene anticuerpos que interactúan con un antígeno específico. Un antígeno es una molécula que genera una respuesta inmune. Por lo tanto, un anticuerpo específico que interactúa con un antígeno humano es creado para que la reacción resultante nos permita determinar si el origen de la sangre es humano o no.

Un antisuero humano está compuesto por el antígeno de inyección humanos, como la sangre humana en ratas de laboratorio o cualquier otro animal y luego dando tiempo suficiente para que el animal produzca anticuerpos lo suficientemente específicos para el antígeno de la sangre humana. La sangre del animal ya que contienen altas cantidades de anticuerpos antihumanos, se cosecha. El antisuero está aislado para su uso en las pruebas de muestras de sangre para saber si son de seres humanos.

Si una sustancia que contiene antisuero interactúa con una muestra de sangre que contiene el antígeno, ocurre una reacción química. La reacción tiene un complejo antígeno-anticuerpo en la que se forma un precipitado.

Ponga otra manera, si un anticuerpo contra el antígeno de la sangre humana entra en contacto con una sustancia que contiene sangre humana, la reacción produce una línea visible de precipitación, o una sustancia sólida entre las dos soluciones. Si no hay reacción química en la que produce un precipitado, el ME (médico forense) puede concluir que la sangre no es humano.

El moderno laboratorio forense contiene varios antisueros de sangre de los animales más comunes. Ovejas, vacas, ciervos, lobos, gatos. etc., y los antisueros están disponibles comercialmente. Con el uso de estos antisueros, un criminólogo puede determinar de qué especies es la sangre. 

La próxima vez que vea su programa favorito CSI, usted conocerá mejor los productos químicos utilizados en el laboratorio de criminalística para determinar si una mancha de sangre que se encuentran es realmente humano.