Para empezar la victimología define a las víctimas como aquellas personas que han sufrido un daño bien por accidente, por catástrofe natural o por agresión humana; además, se suele considerar también víctima a los familiares de las personas que han sufrido este daño, al menos a los más cercanos, pues aunque sea de modo indirecto ellos también pueden sufrir un perjuicio o menoscabo. En ocasiones, las víctimas son indeterminadas o tienen carácter colectivo, incluso cabe decir que todos somos víctimas como por ejemplo en los delitos contra el medio ambiente, y se habla también de delitos sin víctima cuando el hecho sólo afecta, al menos más directamente, al propio infractor como en el caso del consumo de drogas.
La criminología ha estudiado además, y especialmente, lo que se denomina la victimización primaria y secundaria. La experiencia que sufre directa o indirectamente la víctima cuando es objeto de un delito es lo que se denomina victimización primaria y para valorarla se tiene en cuenta el daño físico o psíquico experimentado pero también las secuelas que pueden generarse en el futuro. La victimización secundaria, por su parte, hace referencia a un momento posterior, cuando la víctima, en ejercicio de sus derechos, acude ante los tribunales de justicia lo que supone volver a revivir los hechos acaecidos situación que en algunos casos (delitos contra la libertad sexual sobre todo y especialmente en el caso de menores) puede tener consecuencias tan graves como la victimización primaria.
Es verdad que en algunos supuestos con el procedimiento penal comienza un largo calvario para las víctimas que puede dar lugar a la frustración de sus expectativas, pueden derivarse nuevos daños psicológicos y, en el mejor de los casos, le va a suponer sin duda una pérdida de dinero y de tiempo. Quizás por ello en los casos más leves la víctima tiene una gran tendencia a no presentar denuncia. Pero a mi juicio en muchas ocasiones todo ello se produce sencillamente por falta de información y esta falta de información, este desconocimiento, suele ser el gran problema de las víctimas; a veces, simplemente con saber qué se puede hacer (dónde y cómo denunciar), cómo se va a investigar el hecho delictivo o qué le va a ocurrir al autor del delito cuando sea detenido resulta suficiente para tranquilizar a las víctimas; sin duda alguna, una buena información es para las víctimas un principio de satisfacción.
Todo lo recién expuesto proviene de un artículo titulado "Criminología", el cual es más extenso y detallado. Yo sólo he intentado destacar más esta parte puesto que era la que me interesaba.
El link al artículo completo es el siguiente: (recomiendo que lo leáis entero)
http://hosting01.uc3m.es/Erevistas/index.php/EUNOM/article/viewFile/2244/1180
Autor:
Carmen Lamarca Pérez
Universidad Carlos III de Madrid
Buscando sobre este tema también encontré un blog que trata los factores victimógenos. Aunque no sé la validez que tiene, es interesante y me parece adecuado dejar el link, por si lo queréis visitar.
http://monicienciasforenses.blogspot.com.es/2013/03/factores-victimogenos.html
Hola Lucía,
ResponderEliminarLo que me ha motivado a leer tu artículo es el título "Victimología", y desde luego no me ha defraudado, te agradezco que lo hayas publicado, ya que ante un delito independientemente del tipo que sea, siempre se suele tener en cuenta, al culpable y sin embargo, se suelen olvidar las víctimas y a los familiares, así que yo considero que con esta entrada se hace hincapie en el apoyo a las víctimas que es un factor muy importante para que ellos puedan seguir con su vida.
Gracias Cristina.
EliminarSiempre que se habla de delito ponemos todos los medios en identificar y hacer pagar al culpable. Pero se nos olvida que es mucho más importante que las víctimas no sufran más de lo estrictamente necesario para ayudarles a superarlo. Como bien dices esto es un factor muy imporatnte
Hola Lucía,
ResponderEliminarComo dice Cristina, tendemos a olvidarnos un poco de la victima cuando se comete un homicidio. Incluso si tu fijas veras que también ocurre en el cine y la televisión. Por supuesto que el culpable es importante y tiene que ser llevado a la justicia pero no por ello se puede dejar a la víctima y sus familiares olvidados. Espero que con tu entada los lectores de este blog sean un poco más conscientes de que en un homicidio no hay solo un asesino, sino también un asesinado.
Gracias Silvia.
EliminarMucha razón tienes en esas últimas palabras de tu comentario. Todos deberíamos darnos cuenta de que es mucho más importante recordar las víctimas.
Comentario para Lucía, Silvia y Cristina.
ResponderEliminarEstoy completamente de acuerdo con vosotras acerca del olvido de las víctimas, y sobre todo de los familiares de ellas (víctimas también). Esto ocurre tanto en temas de criminología como por ejemplo en guerras. Todo el mundo se acuerda de Hitler, ¿pero cuántos nombres recordamos de las víctimas?
La respuesta es pocas o ninguna, y si lo miramos teniendo en cuenta la proporción 1 frente a millones, nos damos cuenta de que es una gran cantidad de ellas.
En otras ocasiones, si que se hacen monumentos en representación de un gran número de víctimas o de una sola, que suelen incluir todos o casi todos los nombres. Un ejemplo es el Arco del Triunfo de París, que recoge los nombres de las muertes de la batalla de Austerlitz.
Muchas gracias Lucía.
Gracias Marta.
EliminarTienes razón completamente en tu reflexión sobre recordar de igual forma el nombre de los asesinos como el de las víctimas.
Yo también pienso que los homenajes a las víctimas son lo menos que se merecen estas personas que pierden la vida a manos de otros.
Hola Lucía, es una entrada muy interesante en una visión general de la victimología. Es un campo verdaderamente importante de la criminología y de la psicología criminal y hacemos bien en tenerlo en cuenta.
ResponderEliminarSobre todo quizás la aprte de la victimología que más nos llama la atención es la utilizada para la perfilación y la víctima de manera directa.
Nunca me había parado a pensar en la importancia también de las víctimas digamos resultantes del crimen he de reconocerlo pero es sin duda algo muy importante.