La región cerebral de la culpabilidad
La investigación de la que hablaremos hoy corre a cargo de los científicos de la Universidad de Monash, dirigidos por el Dr. Pascal Molenberghs. En su estudio, Molenberghs y sus colegas utilizaron escáneres cerebrales del tipo resonancia magnética funcional o fMRI, la cual identifica la actividad cerebral según el flujo sanguíneo de las zonas estudiadas. En este caso se logró identificar una zona determinada, la llamada corteza orbitrofrontal lateral (OFC), la cual se activaba en según si alguien sentía culpabilidad o no, es decir, según si era capaz de justificar sus actos (un asesinato, por ejemplo).
Según los investigadores, los resultados darían pistas para comprender como, en determinadas situaciones como las guerras, algunos individuos son capaces de cometer actos de violencia extrema y justificarlos para si mismos y para los demás.
Para el estudio se pidió a un grupo de voluntarios jugar a videojuegos, donde se imaginaban a si mismos disparando a civiles inocentes o soldados enemigos. Mientras tanto, los investigadores grababan su actividad cerebral mediante resonancia magnética funcional.“Cuando los participantes se imaginaban disparando a civiles en comparación a soldados, se activaban más intensamente la corteza lateral orbitofrontal (OFC), un área importante implicada en la toma de decisiones morales. Cuanta más culpa sentían los participantes, mayor era la respuesta de la OFC. Al disparar a soldados, no se activaba esta zona cerebral. Los resultados muestran que cuando una persona ve justificada o injustificada la violencia, tendrá diferentes sentimientos de culpa asociados a ello. Por primera vez hemos podido detectar que la culpabilidad activa una zona específica del cerebro”
Según los investigadores, los resultados darían pistas para comprender como, en determinadas situaciones como las guerras, algunos individuos son capaces de cometer actos de violencia extrema y justificarlos para si mismos y para los demás.
Para el estudio se pidió a un grupo de voluntarios jugar a videojuegos, donde se imaginaban a si mismos disparando a civiles inocentes o soldados enemigos. Mientras tanto, los investigadores grababan su actividad cerebral mediante resonancia magnética funcional.“Cuando los participantes se imaginaban disparando a civiles en comparación a soldados, se activaban más intensamente la corteza lateral orbitofrontal (OFC), un área importante implicada en la toma de decisiones morales. Cuanta más culpa sentían los participantes, mayor era la respuesta de la OFC. Al disparar a soldados, no se activaba esta zona cerebral. Los resultados muestran que cuando una persona ve justificada o injustificada la violencia, tendrá diferentes sentimientos de culpa asociados a ello. Por primera vez hemos podido detectar que la culpabilidad activa una zona específica del cerebro”
Ahora, como próximo objetivo, los investigadores quieren estudiar cómo algunas personas se vuelven insensibles a la violencia, y cómo la personalidad y los grupos sociales pueden influir en esto.
Hola Lucía,
ResponderEliminarFascinante tu entrada, desde luego que una persona que comete un crimen tiene algún motivo, y es ahí donde juegan un rol muy importante los neuropsicólogos, sin embargo, considero que el cerebro es muy complejo y que queda mucho camino por hacer e investigar y que se localize la parte involucrada en la culpabilidad me parece muy complicado.
Yo también pienso que el cerebro es demasiado complejo y que no lo entenderemos nunca a la perfección, Cristina.
EliminarCon la publicación de esta noticia sólo pretendo compartir información que pueda ayudar en la investigaciones criminales y a comprender un poco más el pensamiento de personas que matan a otras.
Muchas gracias Cristina
Hola Lucía,
ResponderEliminarresulta increíble, a mí por lo menos, observar cómo los sentimientos se pueden ver reflejados en el cerebro. Es decir, cómo, por ejemplo, si estás contento tienes una zona del cerebro diferente activada a si estás digamos enfadado.
Es un gran avance sin duda. Leí en una revista de hace un tiempo acerca de un método para descubrir Asesinos o potenciales psicópatas. El método a seguir era la comprobación de la amígdala que sería uno de los centros procesadores de emociones, al parecer, éste sería de menor tamaño en los psicópatas.