Las
malas personas y los criminales, ¿nacen o se hacen? Hasta ahora, en este blog
hemos abordado esta cuestión desde diversos puntos de vista, entre los que cabe
destacar tres ámbitos: la base genética y neurobiológica, el comportamiento
individual y los procesos sociales. Elementos, todos ellos, que subyacen a toda
situación criminal protagonizada por un individuo que infringe un daño contra
una persona, contra varias o contra toda la sociedad. Sin embargo, existe una
realidad que habitualmente no nos paramos a pensar y que, sin embargo, está a
la orden del día: cuando tenemos noticia sobre crímenes y delincuentes por la
televisión, por internet y por el resto de medios de comunicación, a menudo se
nos genera la sensación de que los criminales conformasen una subespecie de los
seres humanos, caracterizada por el hecho de cometer, siquiera una sola vez en
la vida, una acción ofensiva y/o perjudicial hacia el prójimo. Y esto pone de
relieve una cuestión crucial: ¿nacieron estas personas predispuestas a la
perpetración del mal? Muchos encuentran una respuesta en el “sí”, muchos otros
en el “no”. Aquí, sin embargo, bien
puede a los segundos acarrearles su opinión una carga argumentativa
incrementada por el hecho de tener que hacerse la siguiente pregunta: ¿y
entonces, qué los empujó a ejercer el mal?
Philip
Zimbardo, psicólogo históricamente famoso por su célebre experimento de la
cárcel de Stanford, lleva décadas haciéndose esta pregunta, y lejos de dejarla
flotar libremente por su mente, ha efectuado un profuso e incisivo trabajo
durante toda su carrera por dilucidar una respuesta aceptablemente fiable. Y lo
mejor es que no duda en compartirla con su audiencia. Recurriendo nuevamente a
la excepcional web de TED (https://www.ted.com), un archivo que recoge muchas
de las mejores conferencias divulgativas de los grandes expertos e
investigadores de nuestro tiempo en las más variopintas materias, en este blog
hemos encontrado una de estas geniales perlas explicativas de este prolífico
psicólogo, precisamente en la línea del profundo e intrincado asunto que
venimos aquí manejando. En su conferencia, cuyo enlace oficial adjuntamos al
final de esta entrada, Zimbardo expone todo tipo de datos y teorías acerca de
la importancia de la situación en la conducta de los individuos. Durante 23
minutos, este profesional hará las delicias de los que, como él, deseen
adentrarse en las profundidades de la naturaleza del mal. Recordamos al/la interesado/a que el sitio web de TED incluye la posibilidad de subtitular el contenido de la conferencia a múltiples idiomas, entre los que se encuentra el español.
La
teoría de Zimbardo es la de que, ante una situación lo suficientemente
apremiante, la mayoría de las personas puede llegar a comportarse de una manera
malvada. Sin embargo, el psicólogo no hace, con ello, más que establecer una
clara frontera respecto de las que distinguir, por otro lado, a los héroes:
personas cuya iniciativa a la acción descansa sobre una firme convicción del
deber.
Una
vez visto el vídeo, ¿tú qué opinas? ¡No dudes en hacérnoslo saber en un
comentario!
Que lo disfrutes.
* * *
Enlace oficial al contenido original:
Hola José Ángel, me ha llamado mucho la atención el título de tu entrada y es lo que me ha motivado a seguir leyendo, y desde luego que ha merecido la pena, y creo al igual que Zimbardo que "ante una situación dada lo suficientemente apremiante, la mayoría de las personas puede comportarse de una manera malvada", solo añadir que en una de mis entradas primeras en este blog trataba sobre "¿Por qué existe la maldad?", la cual te puede aportar algún dato extra.
ResponderEliminarHola José Ángel, la entrada nos hace reflexionar acerca de una de las preguntas que están en nuestra mente casi toda la vida supongo, más que nada porque pensar que por una situación y, en un momento dado, una persona se podría volver agresiva, nos lleva a preguntarnos si nosotros también podríamos llegar a ser malos en el sentido en el que estamos hablando.
ResponderEliminarLas razones que llevan a una persona a actuar de esa forma ante una situación apremiante como decía este psicólogo, son muchas.
Estoy de acuerdo contigo en el hecho de que cuando nos hablan de criminales parece que nos hablan de una subespecie de los seres humanos. sin embargo, ¿Hasta que punto estaríamos dispuestos hacer daño a una persona? En Psicología Social hace poco estuvimos viendo los casos de obediencia extrema, y la conducta de agresividad dando por explicación la teoría del aprendizaje o las situaciones frustrantes, y en la otra cara de la moneda la conducta prosocial. Pero claro no deja de ser un único punto de vista...
ResponderEliminarMuchas gracias por el post :)
Me alegro de os guste, chicas.
ResponderEliminarLa cuestión es eterna. El eterno debate acerca de si las personas son o no capaces de las peores atrocidades en función de las circunstancias sigue más que vivo en nuestros días.
La clave del atractivo de la cuestión es, para mí, el que ha dicho Paula: hablar de la generalidad de las personas implica hacerlo de uno/a mismo/a.
Por cierto, Cristina, conozco tu entrada y, ciertamente, el asunto es más que apasionante.
Si os interesa, sabed que en este mismo blog, en nuestra sección "DOMINGO, LUCES... ¡Y ACCIÓN!", una de las entradas publicadas versa sobre la película "El Caballero Oscuro", dirigida por Christopher Nolan, la cual muestra a un villano, llamado Joker, cuyo sustento filosófico no es otro que el tratado aquí por P. Zimbardo.
Muchas gracias por vuestro interés.