El post de hoy irá mas enfocado a temas de investigación, en este caso en psicópatas.
Como alguno de mis compañeros en este blog ha comentado, el cerebro de un psicópata es algo diferente al de una persona que no lo es. Este artículo que os presento hoy no solo habla de esto, sino también de cómo es diferente en cuanto al aprendizaje, es decir, que un psicópata no tiene una actividad tan alta en el cingulado posterior y en la ínsula anterior cuando eran castigados como en una persona normal.
Aclararé que el cíngulo se encarga de los cambios en la conducta del individuo y la ínsula se basa mas bien en la motivación y emoción.
También, además de las diferencias entre personas normales y psicópatas, es necesario decir que existen otras distinciones entre criminales no psicópatas y psicópatas.
Os dejo debajo el link.
LOS PSICÓPATAS NO APRENDEN DEL CASTIGO
Charles Manson (en la imagen escoltado al juzgado) y su 'familia' cometieron una serie de asesinatos a finales de los sesenta. Cumple cadena perpetua. / WALLY FONG (AP PHOTO)
Los psicópatas condenados por delitos graves muestran una actividad cerebral diferente de la del resto de personas, incluidos otros asesinos. El escáner cerebral a una treintena de criminales muestra que los afectados por una psicopatía presentan anomalías en las partes del cerebro implicadas en el aprendizaje. Pueden aprender de los premios, pero parecen incapaces de hacerlo con el castigo.
Un grupo de psiquiatras forenses y neurocientíficos han tenido la rara ocasión de echar un vistazo en el cerebro de una docena de psicópatas británicos encarcelados por asesinato, violaciones o intento de homicidio. Registraron su actividad cerebral con la técnica de imagen por resonancia magnética funcional (FNRI, por sus siglas en inglés) mientras realizaban una serie de ejercicios donde podían ganar o perder puntos.
Para poder comparar sus resultados y buscar las diferencias, los investigadores realizaron el mismo experimento con una veintena de reclusos condenados también por delitos muy graves pero que no habían sido diagnosticados con psicopatía. Otras 18 personas sanas y libres completaron la muestra. El ejercicio era una sencilla tarea de elegir una imagen de entre una pareja. Si acertaban, recibían 100 puntos, si perdían se los restaban. Para provocar cambios en la conducta, al cabo de cierto tiempo, en un porcentaje de las pruebas, el juego penalizaba lo que ellos creían que era un acierto. Buscaban así un aprendizaje adaptativo.
La muestra incluye a una docena de psicópatas y una veintena de criminales sin rasgos psicóticos
"En comparación tanto con los hombres normales y no violentos como con los violentos antisociales que no son psicópatas, el grupo psicopático mostró un aumento de actividad anormal en el cingulado posterior y en la ínsula anterior cuando eran castigados de forma inesperada", dice el doctor delInstituto de Psiquiatría del King's College de Londres, Nigel Blackwood.
Ambas zonas del córtex cerebral están implicadas en el aprendizaje basado en premios y castigos. El giro cingulado, en particular, estaría relacionado en la modificación de la conducta en respuesta a un cambio inesperado, según anteriores investigaciones. En cuanto a la ínsula anterior, interviene en la motivación. Estudios previos han demostrado, por ejemplo, que una lesión en esta zona puede afectar al cálculo a la hora de tomar decisiones que puedan acarrear un resultado negativo.
Sin embargo, la actividad cerebral tras un premio era completamente diferente. Según explican los autores de la investigación en la revista Lancet Psychiatry, el escáner cerebral de los delincuentes no psicópatas y los no delincuentes mostraban una gran actividad en estas zonas cerebrales cuando eran premiados, algo que no sucedía en la misma medida en el caso de los psicópatas.
El cingulado anterior (en amarillo) del córtex cerebral interviene en el aprendizaje. La gráfica muestra el patrón ante recompensas (en verde) y castigos (en rojo). Sólo los psicópatas (derecha) muestran un aumento de actividad ante el castigo. / BLACKWOOD ET AL/ THE LANCET PSYCHIATRY
Analizada en conjunto, la actividad cerebral y las conexiones entre distintas partes del cerebro de los psicópatas eran muy diferentes de la de los otros dos grupos. "Encontramos anormalidades funcionales tanto en la materia gris como en las fibras nerviosas de la materia blanca entre los criminales violentos con psicopatía", explica la psiquiatra de la Universidad de Montreal y coautora de la investigación, Sheilagh Hodgins. Mientras la primera está implicada en el procesamiento de la información y la cognición, la segunda coordina el flujo de información entre las áreas cerebrales.
Antes de tomar una decisión, los humanos sopesan los posibles resultados. "Los criminales con psicopatía podrían considerar solo las posibles consecuencias positivas y fallarían al valorar las posibilidad de un resultado negativo", sugiera la investigadora canadiense. Es como si no aprendieran de los castigos o errores. "El castigo indica la necesidad de cambiar la conducta. En determinadas situaciones, estos criminales tienen dificultad para aprender del castigo para modificar su conducta", añade. Así que no se trataría solo de falta de empatía hacia los demás.
Antes de tomar una decisión, los humanos sopesan los posibles resultados. "Los criminales con psicopatía podrían considerar solo las posibles consecuencias positivas y fallarían al valorar las posibilidad de un resultado negativo", sugiera la investigadora canadiense. Es como si no aprendieran de los castigos o errores. "El castigo indica la necesidad de cambiar la conducta. En determinadas situaciones, estos criminales tienen dificultad para aprender del castigo para modificar su conducta", añade. Así que no se trataría solo de falta de empatía hacia los demás.
El patrón de actividad cerebral es muy diferente entre delincuentes psicopáticos y otros asesinos
Como recuerda el experto británico, "los delincuentes psicópatas son diferentes de los otros criminales en varios aspectos. Éstos son híper sensibles a la amenaza, irascibles y agresivos, mientras que los psicópatas presentan una baja respuesta a las amenazas, son fríos y su agresividad es premeditada".
Para los investigadores, aunque habría que realizar nuevos estudios con muestras mayores, sus resultados indican que los actuales sistemas de tratamiento y posible reinserción de los psicópatas tienen que cambiar. Como dice Blackwood: "En la actualidad, los programas tratan a todos los hombres antisociales como un único grupo y sabemos que los psicópatas no los siguen muy bien. Nuestro trabajo apunta a la necesidad de adaptar estos programas para que tengan en cuenta la diferente forma de procesar la información de los castigos de los psicópatas".
Por cierto, a lo largo del artículo siempre se ha hablado de hombres. En la muestra estudiada no había mujeres. "La gran mayoría de los individuos con trastorno de la personalidad violento y antisocial son hombres. Existen mujeres psicópatas, pero son comparativamente escasas", aclara el científico británico.
AUTOR: MIGUEL ÁNGEL CRIADO
FUENTE: elpais,com
FECHA: 27 ENERO 2015
Hola Marta, esta entrada apoya la idea una vez más, de que los cerebros de los asesinos y psicópatas son diferentes a los cerebros de las personas "normales" y cuya diferencia es el funcionamiento de este órgano tan esencial además de la ínsula y el cíngulo, que son estructuras implicadas en la motivación y en la emoción, cuya función desconocía.
ResponderEliminarHola Cristina,
ResponderEliminarSi, creo que hay bastantes estudios acerca de este tema y todos hacen referencia a lo mismo.
Gracias por leer mi entrada.