Este
experimento revela algo de lo que “está aunque no se exprese” o, mejor dicho se
invisibilice.
“Esto fue un experimento de Marina Abramovic,
le dijo a los espectadores que no se iba a mover durante seis horas, sin
importar lo que le hicieran. En una mesa cerca, puso 72 objetos que se podían
usar de manera destructiva o placentera, desde flores, plumas hasta cuchillos y
una pistola cargada. Entonces le dijo a los espectadores a que usen los objetos
como ellos quisieran.
Al principio, los espectadores fueron pacíficos
y tímidos, pero escalaron a la violencia rápidamente. En sus palabras: “La
experiencia que aprendí fue que… si se deja la decisión al público, te pueden
matar… Me sentí realmente violada: me cortaron la ropa, me pegaron rosas al
estomago, una persona me apunto con el arma en la cabeza y otra se la quito. Se
creó una atmósfera agresiva. Después de exactamente 6 horas, como estaba
planeado, me puse de pie y empecé a caminar hacia el público. Todo el mundo
salió corriendo, escapando de una confrontación real.
Esta obra revela algo terrible de la humanidad,
similar a lo que los experimentos de Philip Zimbardo en la cárcel de Stanford
(Película “El Experimento” ) o el de obediencia de Stanley Milgram (“Los
peligros de la obediencia” ), los cuales también demostraron con que facilidad
la gente puede dañarse entre sí, bajo circunstancias inusuales.
Bibligrafia: Salazar, J. P. (10 de Octubre de 2014). psicologiajuridicaforense.wordpress.com.
Recuperado el 21 de Marzo de 2015, de
https://psicologiajuridicaforense.wordpress.com/2014/10/10/cual-es-el-limite-que-cada-uno-se-pone-cuando-no-hay-limites-experimento-de-marina-abramovic/
Es probable que al igual que me ocurrió a mí, habrá lectores a los que les suene la noticia, pero en el momento que apareció en el telediario o en el periódico, no la dieron importancia, probablemente catalogándola como una más de las malas noticias que salen en el telediario. Supongo que es más fácil pensar que lo horrible del mundo no va con nosotros. Sin embargo el Experimento de Marina Abramovic nos demuestra que no podemos estar más equivocados. Todos pensamos que somos diferentes y distintos pero en el momento en que creemos que no habrá represalias contra nosotros, bien por ser anónimos o por estar entre un grupo, nos volvemos agresivos.
ResponderEliminarComo Juan Pérez Salazar-el autor original- comenta, este experimento no fue el primero que consiguió demostrar el “lado oscuro” del las personas, Stanley Milgram demostró la obediencia ciega a la autoridad y Philip Zimbardo con su estudio vio cómo de fuerte es la influencia de un ambiente extremo (vivir en prisión) en las conductas desarrolladas por el hombre, dependiendo del rol social que desarrollaba (preso, guardia).
Para concluir este comentario me gustaría dejar al lector una reflexión (la misma que me rondo cuando leí a Milgram, a Zimbardo, o experimento similar) ¿es un loco aquel que se revuelve contra si mismo y sus semejantes o solo es leal a ese ”lado perverso” que poseemos y que ciegos e hipócritas nos negamos a ver?